martes, 23 de junio de 2015

ACTIVIDADES.

1). Confeccionar un Voki. Con esta aplicación los alumnos realizaran su propia presentación en el blog, tanto hacia sus compañeros como el profesor. Además, deberá compartir la aplicación diseñada en el blog.

2). Creación de un Pixtón. Deberán crear una comic teniendo como base el que se encuentra publicado en el blog, titulado “El pensamiento de Julio Argentino Roca y los de su generación”. La idea es que cada alumno culmine el comic inconcluso elaborado por el docente, teniendo en cuenta un supuesto dialogo entre Julio A. Roca y el otro personaje, que representa al bando de los aborígenes. Deben pensar, según se desprende del material consultado, cuál sería la respuesta adecuada. La actividad culmina cuando se publica en el blog. 

3). Creación de un Pow Toon. La propuesta en este caso es que elijan uno de los ejes abordados (modelo agroexportador, la inmigración masiva, el régimen oligárquico) y elaboren una presentación con esta aplicación con aquellos aspectos del tema que más relevancia se le generen.


Manos a la obra!!! 
Estoy para lo que necesiten. Cualquier duda, ya saben...
Prof. Johana Pelozo

domingo, 21 de junio de 2015

EL PENSAMIENTO DE JULIO ARGENTINO ROCA Y LOS DE SU GENERACION

EL REGIMEN CONSERVADOR



El fundamento ideológico del régimen oligárquico fue el orden y el progreso, basado en el el control de acceso a los cargos de gobierno y a la administración. La clase gobernante elegía a las personas más aptas para ocupar los cargos.
El Sufragio era voluntario, publico, colectivo, se compraban los sufragios, y para completar cada partido echaba mano de los nombres de ausentes y muertos.
El presidente buscaba remover a gobernadores no leales. Se llamó unicato a esa fuerte concentración del poder político, en el presidente. Después de Celman, en 1890, aunque Roca asumió a la jefatura del PAN, los presidentes que se sucedieron acentuaron la tendencia centralizadora de la autoridad en su persona.
Con el avance de la secularización en las políticas del gobierno originó enfrentamientos con la Iglesia Católica y con los católicos que asumieron a su defensa. Sin embargo, la clase gobernante mantenía la restricción de los derechos políticos de los ciudadanos. El sistema de gobierno impuesto por la oligarquía fue conservador porque mantuvo cerrados los canales de participación política a sectores muy amplios de la población, porque compartía la idea de que el sufragio universal significaba el triunfo de la ignorancia universal.
También fueron llamados: La generación del 80. Eran de hombres que tuvieron a su cargo la dirección económica, política y cultural del país entre el 80 y 90. Era un grupo porque compartieron un conjunto coherente de principios e ideas fundamentales que convirtieron en objetivos de las acciones de gobierno que llevaron a la práctica. Se caracterizó por la organización de la economía y la sociedad.

En lo económico, promovieron el desarrollo de recursos materiales: libre cambio, que puso el acento en la atracción de los inmigrantes y los capitales extranjeros, para integración de mercados mundiales y la producción de zonas cultivables.


LA INMIGRACIÓN MASIVA


Las últimas décadas del siglo, hubo transformaciones en la sociedad producto del crecimiento de la población por llegada de inmigrantes de Europa, para mejorar sus condiciones de vida (1869 12.1%, 1914 30.3%).
La producción agropecuaria estaba muy bien, pero los inmigrantes no lograron transformarse en propietarios de tierras en zonas rurales, porque las mejores tierras para la producción ya estaban ocupadas y eran de terratenientes. Llegaban con capital escaso. Pero la demanda de trabajadores para tareas agrícolas tenían un carácter estacional. Esto después de 1880, fue distinto a antes, los primeros colonos se convirtieron en propietarios de colonias agrícolas.
Bs.As. y Rosario, ofrecían mejores posibilidades para inmigrantes. Podían trabajar en talleres industriales en Bs.As. , a fines de siglo. Pero muchos quedaron sin trabajo, o no eran mano de obra calificada, y se empezaban a ver mendigos en las calles en condiciones insalubres.
La Población urbana superó a la rural. No por industrialización, sino por desarrollo de comercio de exportación y la llegada de inmigrantes. Generalmente: Litoral y provincia de Bs. As. Provenían, en un 80% de lugares pobres (España e Italia).

En la Capital, residían familias de mayor poder económico y político - la elite -, dueñas de las mejores tierras y enriquecidas por el auge agroexportador. También, un número de profesionales, de empleados administrativos y de trabajadores del sector de servicio - comercio, educación, transportes-, cuya expansión también se debió al negocio de la exportación, formaban los sectores medios urbanos. Sus posibilidades de mejoría económica y progreso social estaban ligados a la marcha exitosa del modelo agroexportador. 
Desde fines de siglo, crecía una masa de trabajadores, de talleres manufactureros y gremios de la construcción. También los trabajadores de las nuevas actividades económicas y de las industrias relacionadas con la expansión de las exportaciones agropecuarias. Era la clase obrera argentina. Los inmigrantes que no pudieron trabajar en el campo fueron trabajadores asalariados que conformaban la clase obrera urbana. Los inmigrantes con algún recurso, o con un oficio, formaron la clase media. Hijos de inmigrantes obreros lograron ascender, por una carrera profesional, o por un cargo de administración pública. Entre esos dos sectores había una cercanía. Una franja de la sociedad, que compusieron los sectores populares urbanos.


MODELO AGROEXPORTADOR

A partir de 1880 se impuso el modelo de desarrollo económico en el país basado en las exportaciones crecientes de la producción agropecuaria. La economía comenzó a organizarse como complemento de la economía industrial europea, y particularmente inglesa. Se lo denomina así por que el sector productivo más importante fue el agrícola-ganadero. Las Carnes, fueron el factor dinámico del desarrollo. Pero los motores del crecimiento económico fueron los ferrocarriles y los frigoríficos. 

Características: * La dependencia económica del mercado externo: centros industrializados europeos tuvieron poder de decisión sobre la organización de la producción Argentina. * El latifundio como unidad de producción agropecuaria: Casi toda la producción destinada a la exportación, se obtenía en grandes propiedades rurales de la región pampeana. * La intervención del Estado tuvo un papel decisivo para el funcionamiento del modelo. Lo más importante era, garantizar la libre circulación de bienes capitales, favorecer la expansión de la red de transportes y otras obras, facilitar la puesta en producción de las nuevas tierras de frontera, estimular la inmigración extranjera para obtener fuerza de trabajo, y organizar un sistema jurídico y monetario. * La participación de capitales extranjeros: Obras que facilitaban el transporte y la comercialización de los productos argentinos en el mercado internacional. La inmigración extranjera: Entre 1857 y 1914, del saldo inmigratorio neto de 3.300.000 personas, se radicó en la región pampeana, pero solo 1/4 (800 mil) quedaron en las zonas rurales. * Desequilibrio regional: Las regiones del país, las economías extrapampeanas, cuyas producciones no se destinaban al mercado internacional, comenzaron a depender de la economía pampeana. Este fue el caso de la producción de azúcar en Tucumán y de vinos en Mendoza, destinada al abastecimiento del mercado interno.


lunes, 25 de mayo de 2015


SÍNTESIS DE LA HISTORIA ARGENTINA DEL SIGLO XX

En 1880 llegó al poder el general Julio A. Roca, quien consolidó el modelo económico agroexportador y el modelo político conservador basado en el fraude electoral y la exclusión de la mayoría de la población de la vida política. Se incrementaron notablemente las inversiones inglesas en bancos, frigoríficos y ferrocarriles y creció nuestra deuda externa. Por el lado político, la Unión Cívica Radical luchaba por la limpieza electoral y contra la corrupción, mientras que, por el lado social, el movimiento obrero peleaba por la dignidad de los trabajadores desde los gremios socialistas y anarquistas.

En 1912, el presidente Roque Sáenz Peña logró la sanción de la ley que lleva su nombre y que estableció el voto secreto y obligatorio. La aplicación de la Ley Sáenz Peña hizo posible la llegada del radicalismo al gobierno. Los radicales gobernaron el país entre 1916 y 1930 bajo las presidencias de Hipólito Yrigoyen (1916-1922) (1928-1930) y Marcelo T. de Alvear (1922-1928), e impulsaron importantes cambios tendientes a la ampliación de la participación ciudadana, la democratización de la sociedad, la nacionalización del petróleo y la difusión de la enseñanza universitaria. El período no estuvo exento de conflictos sociales derivados de las graves condiciones de vida de los trabajadores. Algunas de sus protestas, como la de la Semana Trágica y la de la Patagonia, fueron duramente reprimidas con miles de trabajadores detenidos y centenares de muertos.

El 6 de septiembre de 1930 los generales José Félix Uriburu y Agustín P. Justo encabezaron un golpe de estado, apoyado por grupos políticos conservadores, y expulsaron del gobierno a Yrigoyen, inaugurando un período en el que volvió el fraude electoral y la exclusión política de las mayorías. En 1933 se firmó el Pacto Roca-Runciman con Inglaterra, que aumentó enormemente la dependencia Argentina con ese país. Se sucedieron los gobiernos conservadores (el general Uriburu, entre 1930 y 1932; el general Justo, entre 1932 y 38; Roberto Ortiz, entre 1938 y 1942, y Ramón Castillo, entre 1942 y 1943), que se desentendieron de los padecimientos de los sectores populares y beneficiaron con sus políticas a los grupos y familias más poderosas del país.

En 1943 un grupo de militares nacionalistas dio un golpe de estado y derrocó al presidente Castillo. Dentro de este grupo se destacó el coronel Juan Domingo Perón, quien, desde la secretaría de Trabajo y Previsión, llevó adelante un política tendiente a mejorar la legislación laboral y social (vacaciones pagas, jubilaciones, tribunales de trabajo). El apoyo popular a Perón lo condujo al gobierno en las elecciones de 1946. Durante sus dos presidencias (1946-1952 y 1952-1955) Perón, que ejerció el poder limitando el accionar de la oposición y censurando a la prensa, impulsó una política que combinaba el impulso de la industria, el empleo, las comunicaciones y los transportes, con la acción social desarrollada por Eva Perón a través de la construcción de hospitales, escuelas, hogares para niños y ancianos, y ayuda económica para los más pobres.

En 1955 un golpe militar con amplio apoyo político y social derrocó a Perón, quien marchó al exilio. Tras el breve interregno de Lonardi, militar de corte nacionalista y católico, un nuevo golpe de comando puso al Ejército, representado por Pedro Eugenio Aramburu, y a la Marina, representada por Isaac Rojas, a la cabeza de un gobierno, cuyo objetivo medular era eliminar al peronismo de la vida nacional, apuntando fundamentalmente al movimiento obrero. El decreto 4161 y los fusilamientos de junio de 1956, máxima expresión de la reacción, se combinaron con la reforma de la constitución (1957) y la implementación de un proyecto económico liberal  ideado por Raúl Prebisch, que buscaba desmontar el modelo peronista y lograr la “estabilización” económica con el respaldo del FMI. En este marco de violenta persecución, comenzó la denominada “resistencia peronista”, que se extendió también a numerosos sectores populares no peronistas. No sin oposición interna, el régimen militar concedió una apertura electoral que creyó controlar y que dio paso al período de las democracias condicionadas encabezadas por gobiernos radicales.

En 1958 el líder de la Unión Cívica Radical Intransigente, Arturo Frondizi, llegó al gobierno tras sellar una alianza con Perón. Sin embargo, su política desarrollista, llevada a cabo mediante la contratación de empresas extranjeras para la extracción de petróleo y la gestión de un crédito del FMI, condicionado a la implementación de medidas liberales, no tardaron en granjearle la hostilidad del peronismo. Para hacer frente a las manifestaciones de descontento, el gobierno puso en marcha el “plan Conintes”, que otorgó al Ejército la facultad de arrestar, detener e interrogar a gremialistas y opositores. Su política exterior y el triunfo del peronismo en las elecciones de 1962 precipitaron un nuevo golpe de estado. Procurando salvar la institucionalidad, asumió el presidente del Senado, el radical José María Guido, cuyo gobierno estuvo tutelado desde las filas castrenses. Las elecciones presidenciales de 1963, con proscripción del peronismo, llevaron a la presidencia a Arturo Illia, de la Unión Cívica Radical del Pueblo. La anulación de los contratos petroleros, la Ley de Medicamentos y un aumento en la inversión en salud y educación cosecharon hostilidad en el empresariado. El peronismo, especialmente su base sindical, y la prensa llevaron adelante una fuerte campaña contra el líder radical, dejando el terreno libre para que, una vez más las Fuerzas Armadas, asestaran un nuevo golpe a la democracia. El 28 de junio de 1966, Juan Carlos Onganía asumió de facto el mando del país. Contaba, una vez más, con amplio apoyo político y social.

El general Juan Carlos Onganía aplicó, con apoyo del FMI, un fuerte programa liberal orientado a satisfacer los intereses de los grandes grupos económicos, al tiempo que, bajo los auspicios de la Doctrina de la Seguridad Nacional impulsada por Estados Unidos, convirtió la persecución del peronismo en la del comunismo y de las guerrillas. Implantó una rígida censura, que alcanzó a toda la prensa y a todas las manifestaciones culturales, incluyendo la intervención de las universidades y la expulsión de profesores opositores, que derivó en lo que se conoce como la “fuga de cerebros”. Sin embargo, las movilizaciones estudiantiles, las insurrecciones populares (como el Cordobazo) y la organización guerrillera debilitaron al gobierno provocando un golpe interno. En junio de 1970 asumiría Roberto Levingston, de corte nacionalista, que no lograría contener las protestas populares y la actividad guerrillera. Una segunda manifestación popular en Córdoba, conocida como el “Viborazo”, dio por tierra con este nuevo gobierno. En marzo de 1971, asumió Alejandro Agustín Lanusse, quien propugnó una política conciliatoria, a través del GAN (Gran Acuerdo Nacional), permitiendo el regreso de Juan Domingo Perón y convocando a elecciones nacionales sin proscripciones para el peronismo. En marzo de 1973, el triunfo sería para los candidatos de esa fuerza, Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima.

Entre 1973 y 1976 gobernó nuevamente el peronismo con cuatro presidentes (Cámpora, 1973; Lastiri, 1973; Perón, 1973-1974; e Isabel Perón 1974-1976), quienes intentaron retomar algunas de las medidas sociales del primer peronismo, como el impulso de la industria y la acción social, el mejoramiento de los sueldos y el control de precios. Pero los conflictos internos del movimiento peronista y la guerrilla, sumados a la crisis económica mundial de 1973, complicaron la situación, que se agravó aún más con la muerte de Perón en 1974 y la incapacidad de su sucesora, Isabel Perón, de conducir el país. Esta crisis fue aprovechada para terminar con el gobierno democrático y dar un nuevo golpe militar, que contó una vez más con un amplio respaldo civil.

La dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983 contó con el decisivo respaldo de los grandes grupos económicos nacionales y el financiamiento permanente de los grandes bancos internacionales y los organismos internacionales de crédito, como el Banco Mundial y el FMI. El saldo de su gestión fue el de miles de muertos y desaparecidos, centenares de miles de exiliados, la derrota del Ejército argentino en Malvinas, la multiplicación de la deuda externa por cinco, la destrucción de gran parte del aparato productivo nacional y la quiebra y el vaciamiento de la totalidad de las empresas públicas a causa de la corrupción de sus directivos y de la implementación de una política económica que beneficiaba a los grupos económicos locales y extranjeros. El 10 de diciembre de 1983, después de casi veinte años, el radicalismo volvía al gobierno tras el triunfo de Raúl Alfonsín.
                   


Escudo de la E.E.S. N° 72